lunes, 30 de noviembre de 2009

Es un follower un fan evolucionado?

El término Fan deriva de la palabra fanático y supone una devoción a una causa o una persona.
El fanático actúa bajo los cánones de una masa que lo guía, es guiado por un líder al cual admira y dicha admiración se vuelve parte fundamental de su estilo de vida e influye directamente en sus decisiones.

Mi particular punto de vista es que el fan es una versión evolucionada de un fanático ya que,  lejos de guiar doctrinalmente su vida, un fan puede tomar únicamente ciertas cualidades de su líder e integrarlas a su vida. Algunos ejemplos: En el año 1360 A.C.  el faraón Akhenatón gano popularidad en el pueblo egipcio, sin embargo Tutankamon utilizó el fanatismo de los sacerdotes para dirigir el imperio (revolución amarniense) Un ejemplo mas vigente son los ídolos del Rock and Roll, en la decada de los 50´s un gran número de cantantes se hicieron de inmensas fortunas gracias a la cantidad de fans que adquirían sus producciones musicales.

Indiscutiblemente los medios de comunicación y su evolución han influido en la velocidad en que una persona tiene un grupo que lo sigue, lo que antes tomaba siglos ahora toma algunos años.
Algo que ha cambiado es que antes para tener fans tenias que ser famoso, aparecer en los medios de comunicación, tener cierto status y poseer alguna cualidad. Partiendo de esta premisa planteo la evolución del fan, al ahora llamado, follower.

Un follower (seguidor) es una persona que te sigue por medio de alguna red social (facebook, twitter, flicker, MySpace, Bebo, Hi5, etc) y por medio de la cual interactúa contigo, opina, contesta, y esta pendiente de tus post (mensajes). De alguna manera es una especie de "fan chiquito" y el tener mas o menos followers te hace mas o menos popular en el medio en el que te desenvuelves, todo dependerá de tus mensajes y del ingenio que demuestres tener para transmitirlos
Me he encontrado con personajes que de la nada tienen 2500 personas siguiéndolos y que puede incluso volverse lideres de opinión dentro del enorme, pero a su vez diminuto, ambiente de la blogosfera a la que pertenezca.
Como todo líder, se esta expuesto a ganar o perder seguidores, y si hace 3000 años lo hubieran condenado a un damnatio memoriae (destrucción de cualquier vestigio material de ese recuerdo) hoy simplemente lo remueve de su lista de seguidos, es decir, lo bloquea, lo borra, lo cancela o lo expulsa, y listo no vuelve a leer sus post. (micro abolitio nominis)

A raíz de esto, grandes empresas han volteado la mirada ante un nuevo canal donde pueden promocionar sus servicios y productos, el chiste es encontrar un numero de personas reunidas con gustos o preferencias semejantes para poder impactarlos con publicidad especifica e incluso ultra-filtrada y dirigida, recordemos que son estos fans o followers los que llenan estadios, compran souvenirs e incluso adquieren boletos para ir al funeral de un artista (caso Michael Jackson)

Sin querer realice un ejemplo e hice una investigación de campo. A continuación les cuento:
Al estar dentro del ambiente de una oficina y regir mis alimentos por el horario de esta, hay ocasiones en los que me veo forzado a comer en la calle (fondas, restaurantes, puestos ambulantes, etc) ante mi aburrimiento gastronómico y en la búsqueda de algo mejor caí en un supermercado (clase A), al pasar entre el departamento de panadería y el de salchichonería,  justo frente a los refrigeradores de la comida preparada (pollos rostizados, alitas, arroz, etc.) note que colocaron una nada improvisada barra de ensaladas, después de merodear a su alrededor me aventuré a probarlas. Satisfecho por el éxito de mi investigación culinaria decidí  twittearlo no sin antes tomarle una foto y comentar sobre ella. Al día siguiente dos personas personas me mandaron agradecimientos por la recomendación, dias mas tarde otras personas de mi oficina me sorprendieron al presumir que habían seguido mi ejemplo. Con esto comprobé que no se necesitan tener grandes listas de followers o encabezar una marcha en la Plaza roja, dar un discurso en la Plaza de San Pedro o dar a un concierto popular en la Plaza de la Revolución, el poder que se tiene para influir sobre un grupo de personas es tan grande o pequeño como nuestras relaciones lo permitan de cualquier forma puede y debe aprovecharse responsablemente.
Provocará esto un boom en los medios electrónicos de comunicación? Llegaremos al punto de cuidar nuestras recomendaciones por algún derecho de exclusividad? Estaremos limitados por alguna marca que nos prohíba twittear X o Y marca en un futuro? No lo se, lo que se es que disfrute mi ensalada y a los dos días otro supermercado ya anunciaba algo similar. En mi afán de buscar una alimentación balanceada seguiré recomendando los lugares que visite, deberé ser cuidadoso con mis criticas ya que cualquier establecimiento que no cumpla con mis "standares" podría perder a 4 de mi reducido, pero bien nutrido, grupo de followers. Provecho!

Alfonso Mostalac-Cecilia

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